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jueves, 21 de septiembre de 2017

Estrella distante: poesía e historia

                                                                 
                                                    Alberto Julián Pérez ©

            En Estrella distante, 1996, Roberto Bolaño (1953-2003) presenta a sus personajes poetas dentro de un mundo cerrado y alegórico. Son seres ambiguos, capaces de los actos más puros y sublimes, y de las mayores abyecciones. Sitúa la acción principal de la novela en Chile en 1972-1973, en vísperas del golpe militar del General Pinochet contra el gobierno socialista de Salvador Allende. En su trama se enfrentan los poetas revolucionarios, que apoyan o sienten simpatía por el gobierno de Allende, al poeta de ultraderecha Alberto Ruiz-Tagle/Carlos Wieder, partidario del golpe. En este ensayo me propongo tratar de entender cómo Bolaño plantea e interpreta la relación entre poesía e historia en su novela.
            Bolaño caracterizó al poeta Wieder como un personaje infernal, apocalíptico, rebelde, como un héroe del mal. Albert Camus, en su ensayo L’homme révolté, 1951, estudió a los grandes rebeldes de las letras, como Sade y Lautreamont (Camus 41-44).[1] El novelista, creía Camus, buscaba encerrar en su obra el caos del mundo para darle una forma y salvarlo.[2] George Bataille, en un artículo temprano de 1933, describió el fascismo como un enfrentamiento entre fuerzas heterogéneas, disolventes, y fuerzas homogéneas, centralizadoras. Los fascistas eran seres “violentos, desmesurados, delirantes y dementes”, decía, y buscaban, como individuos, o formando parte de las masas, romper las leyes de la homogeneidad social (Bataille 142).[3]            
            Bolaño, que vivió en Europa más de dos décadas, estudió la historia del nazismo y la segunda guerra mundial, e integró su problemática como tema en sus novelas. El nazismo había sido una utopía delirante que buscaba crear un imperio racista para dominar el mundo. La manera racional y metódica en que los nazis planteaban la organización política de su imperio puso en crisis la concepción política racional del estado. Bolaño vio el nazismo como un substrato presente en los peores impulsos de la naturaleza humana. El ser humano gozaba dominando a los otros, haciéndose dueño de sus destinos y no valoraba la vida. Presentó a personajes nazis en varias de sus obras. El argumento de Estrella distante apareció primero en un relato de su libro La literatura nazi en América, “Ramírez Hoffman, el infame”, publicado en el mismo año. En ese libro Bolaño esbozó una serie de biografías de escritores infames de derecha de distintos países de América.[4]
            El golpe militar chileno fue un hecho político emblemático que conmovió al mundo latinoamericano en los años setenta. Allende había sido el primer presidente socialista democráticamente elegido en Hispanoamérica. La oligarquía chilena, el empresariado y la jerarquía eclesiástica apoyaron el golpe militar de ultraderecha que lo derrocó. El gobierno norteamericano consideró al gobierno de Allende una amenaza política en el continente, y los servicios de inteligencia de la CIA ayudaron a desestabilizarlo y colaboraron en la sangrienta represión (Streeter 1-20). Bolaño, que vivía en México, volvió a Chile durante los últimos meses del gobierno socialista, con la idea de quedarse definitivamente a vivir en su país. Encarcelado brevemente después del golpe, fue testigo de la represión militar, y decidió regresar a México.
            Tanto en el relato “Ramírez Hoffman, el infame”, de La literatura nazi en América, como en su novela Estrella distante, Bolaño aparece como personaje y narrador en el relato con su nombre real, y en la novela mediante su alter ego Arturo Belano. Este giro autobiográfico es significativo en la narrativa de Bolaño y marcó un cambio cualitativo en su escritura, con respecto a sus novelas anteriores, particularmente Monsieur Pain, La pista de hielo y El Tercer Reich. Esta nueva forma de narrar, confesional y patética, moviliza más al lector y disminuye el distanciamiento intelectual que caracterizaba la narración de sus primeras novelas.
            En Estrella distante Bolaño nos introduce en el mundo literario e intelectual del Chile de Allende, nos muestra la vida y preocupaciones de sus estudiantes de letras, sus profesores y poetas jóvenes. Wieder, el aviador poeta al servicio de la derecha chilena, asiste a los talleres de poesía organizados por los profesores Juan Stein y Diego Soto, con el nombre falso de Ruiz-Tagle. En los talleres de poesía participan jóvenes poetas estudiantes de la Universidad de Concepción. Los militares sospechaban de los estudiantes que simpatizaban con los movimientos de izquierda. Wieder se infiltra en los talleres para espiar y durante el golpe asesina a varios estudiantes, entre ellos a sus amigas y compañeras de taller.
            El teniente Wieder se siente verdaderamente un poeta. Belano y sus amigos se burlan de él y creen que su poesía es mala. Luego del golpe Wieder es el poeta preferido del régimen de Pinochet. Tiene un concepto neo-vanguardista de la poesía, que se asemeja al de los poetas Futuristas de principios de siglo, que idealizaban la mecanización, el progreso y creían en las acciones extremas y violentas. Su poesía es de tendencia metafísica y religiosa, y busca romper la barrera que separa la escritura, de la realidad y la historia. Inventa lo que él denomina “acciones poéticas” (Gamboa Cárdenas 214-223).
            Chiara Bolognese ha comparado las acciones poéticas del poeta nazi Wieder con las que había realizado en New York en los años ochenta el poeta chileno Raúl Zurita. La postura política de Zurita, aclara Bolognese, era contraria a la de Wieder, ya que Zurita militaba en un grupo de escritores que resistía al gobierno dictatorial de Pinochet. El personaje de la novela, según Bolognese, resulta una parodia de las acciones poéticas de Zurita (Bolognese 259-63). Wieder escribía poemas metafísicos con humo en el cielo, con un avión alemán de la segunda guerra mundial. Su imaginación poética buscaba controlar y cambiar el mundo real. De las fantasías de dominio y destrucción pasó a la acción directa y al crimen.
            Los poetas que presenta Bolaño en la novela son personajes ambiguos, esquizoides, que atacan y rechazan al otro, y lo utilizan para establecer su propia identidad.[5] El mundo literario enfrentado que nos muestra refleja las luchas entre la izquierda y la derecha en Chile. La literatura no puede cambiar ni corregir la historia, la repite. Wieder, el oficial de la fuerza aérea, espía y poeta, elige como víctimas de sus crímenes políticos a otros poetas. Se siente omnipotente. Su imaginación estética concibe una obra grandiosa, vanguardista y renovadora. El crítico literario de derecha del diario conservador El mercurio, Icabache, que apoyó el golpe, lo considera un gran poeta (Estrella distante 45). Es el más aventurado de todos. Belano y Bibiano, que años más tarde lo buscarían para destruirlo, lo admiraban y envidiaban. Wieder había demostrado su superioridad como hombre y como poeta: tenía un físico privilegiado, seducía a las mujeres más bellas, llevaba a la poesía al último extremo, cruzaba la barrera entre la vida y la muerte, y desafiaba las normas de conducta del “establishment” militar con sus vuelos arriesgados y exhibicionistas. Cuando finalmente expone en un “happening” las fotografías de sus crímenes, violando el secreto militar, el Ejército lo detiene y lo expulsa de sus filas. A pesar que forma parte del régimen de Pinochet, y participa en la represión de izquierdistas, el ejército lo rechaza. El poeta nazi rebelde termina enfrentado a las instituciones del estado.
            A diferencia de Wieder, Belano y sus amigos poetas se adaptan a los cambios que trae en sus vidas el golpe militar de Pinochet. Actúan con prudencia y resignación para sobrevivir: Belano se va de Chile, emigra a Europa y se establece en Barcelona, mientras su amigo Bibiano O’ Ryan, compañero del taller de poesía de Juan Stein, subsiste en Concepción con un modesto empleo de vendedor en una zapatería. Los dos abandonan poco a poco la poesía: Bibiano publica años después un libro de ensayo, El nuevo retorno de los brujos, que le da prestigio, y planea escribir un libro sobre la literatura nazi en América, mientras que Belano se resigna a escribir novelas, un género que considera inferior a la poesía. Estrella distante es la historia que Belano le cuenta a Bolaño y que éste último presenta en su libro. Bolaño juega con la identidad de los dos poetas fracasados, Belano y Bibiano y con la suya propia. Como en los cuentos de Borges, los sujetos se desdoblan, la identidad es intersubjetiva, pasa de un personaje a otro.[6]
            La problemática que plantea la personalidad del poeta nazi ocupa el centro de la novela. Wieder es una figura emblemática, a la que Bolaño trata con ironía, pero sin burla: es el último vanguardista y poeta maldito. Si bien nuestros grandes vanguardistas históricos hispanoamericanos, Vallejos, Neruda, fueron poetas revolucionarios y se adhirieron al comunismo durante la época de la entreguerra europea, en los años treinta, muchos otros vanguardistas, sobre todo europeos y norteamericanos, como Marinetti y Pound, fueron de derecha, y colaboraron con el fascismo. No tenemos en Hispanoamérica modelos propios de poetas vanguardistas fascistas de éxito, y Bolaño los inventa para recordarnos que podrían haber existido. Está intentando derribar nuestros propios mitos literarios. No está de acuerdo con nuestros valores o descree de ellos.
            El personaje poeta que él concibe es ambiguo, culposo, narcisista, autodestructivo. La novela presenta un mundo de poetas que compiten entre sí, se envidian y se detestan. Los líderes de los dos talleres de poesía de Concepción: Juan Stein y Diego Soto, son enemigos; las hermanas Garmendia, bellas poetas, asisten al taller de Stein y desean al mismo hombre, que las asesina después del golpe militar; Arturo Belano, el alter ego del autor, compite con su amigo Bibiano, y son poetas mediocres. Distintos críticos, como Celina Manzoni y Franklin Rodríguez, han estudiado la aparición de dobles en la novela como un recurso técnico derivado de la literatura fantástica. Rodríguez recurre a la noción freudiana de lo “ominoso”, y Manzoni habla de la recuperación de la memoria y el reconocimiento del “phantasma” (Rodríguez 208 y Manzoni “Narrar lo inefable…” 40-1). Bolaño está tratando de negociar lo real, creo yo, desde una perspectiva diferente y nueva. Somete a sus personajes a un proceso metódico de duplicación. Los dobles de Bolaño son gemelos casi siempre, forman parte de una misma identidad. El autor asocia las mitades que la historia ha separado. El resultado es conflictivo, y hasta monstruoso. Las consecuencias políticas de estas duplicaciones son imprevisibles.
            Bolaño ve al ser humano contemporáneo como un sujeto dividido, esquizofrénico, y esta percepción es constitutiva de su literatura madura. Refleja su propio drama biográfico, como escritor que vivió alejándose de un núcleo primario en el que tuvo experiencias seminales y tratando luego de regresar a él en el mundo imaginario de su literatura: de regresar al México de su juventud, cuando descubrió la poesía junto a sus amigos Infrarrealistas; de volver al Chile de Allende en vísperas del golpe de Pinochet, para intentar luchar contra la dictadura; de regresar a su juventud de emigrante latinoamericano en Europa, pobre y marginado. Como lo proponía Borges en su práctica narrativa, sus personajes proyectan aspectos biográficos de la vida del escritor: el sujeto busca saber quién es, se desplaza constantemente de un lugar a otro, sin descanso, y al final del viaje encuentra a ese otro que es él, y en el que busca reconocerse: Carlos Wieder/Ruiz Tagle es su hermano siamés (Estrella distante 152). El nazi asesino no es más que el reflejo del mal que anida en su alma.
            En la novela la historia es un espejismo y una pesadilla. Bolaño propone observarla desde una perspectiva crítica y lúdica. La literatura nazi en América es un ejercicio narrativo en que presenta una historia literaria imaginaria perversa que refleja paródicamente la historia literaria heroica en la que sueñan los escritores latinoamericanos. Toma como modelo a Borges, y su Historia universal de infamia (Manzoni, “Biografías mínimas/ínfimas y el equívoco del mal” 17-9). Borges tenía una visión no evolutiva, cíclica y decadente de la historia. Lo comprobamos en sus biografías paródicas de individuos infames, y en muchos de sus cuentos, como “El inmortal”, “Los teólogos” y “Deutsches Requiem”. En este último Borges propuso distintas posibilidades no realistas para interpretar la historia del nazismo y el holocausto. Bolaño juega en sus novelas y cuentos con la idea de la repetición de la historia, y dramatiza el proceso de crisis y autodestrucción que puede llegar a vivir el individuo. La historia no es un camino de salvación.
            El sujeto no puede habitar dentro de una historia unidimensional porque es un ser dual. La literatura logra representar a ese sujeto dividido mucho mejor que la historia.  Los escritores en Hispanoamérica buscan la verdad y dan a la literatura el lugar que tenía la filosofía para los europeos. Los personajes de Bolaño entran en conflicto con la historia. Para la literatura el mundo es una pesadilla. En Estrella distante Wieder quiere encontrar un lugar dentro de su sociedad. Es parte del movimiento conspirativo anticomunista que trata de destruir un sistema de gobierno al que consideran peligroso. Los militares persiguen a socialistas y marxistas y reprimen a la sociedad civil. Quieren crear una historia nueva con ellos como salvadores y héroes. Se consideraban parte de una cruzada, que necesitaba de la violencia para conseguir sus fines. Wieder, en su momento supremo como poeta, escribe con su avión en el cielo el poema metafísico por excelencia: el Génesis en latín (Estrella distante 36). Después escribe otro poema aéreo en que dice que “la muerte es resurrección” (Estrella distante 91). En ese acto Wieder se reencuentra con los poetas malditos Rimbaud y Lautréamont, que le cantaban a la destrucción y a la muerte. Como poeta demoníaco lucha contra la historia del hombre, se rebela contra ella.    
            Con el poema-acto Wieder busca que el lenguaje poético ingrese en la realidad y se fusione con ella. Es el sueño nunca conseguido por las vanguardias: eliminar la separación entre la obra de arte y el mundo. Sus poemas aéreos son el epítome de su rebelión metafísica. El asesinato de las hermanas Garmendia no es distinto a sus poemas: es un poema. Exhibe en un “Happening” las fotos de las mujeres asesinadas como una obra de arte. Llegado a ese punto, sin embargo, nadie entiende a Wieder: el régimen del dictador Pinochet lo rechaza, lo castiga.
            Al igual que los poetas que querían luchar a favor de la liberación social, como el narrador mismo, Juan Stein y Diego Soto, Wieder termina exiliado (Fischer 155). La sociedad expulsa a los poetas, sean de izquierda o de derecha, tanto a los revolucionarios como a los fascistas. Wieder es políticamente el poeta más reaccionario, pero estéticamente es el más revolucionario. Es el único capaz de llevar los presupuestos poéticos de las vanguardias a un extremo: realiza el poema acto, la acción poética que epitomiza la aspiración vanguardista al arte absoluto. Cruza el espacio que separa las fantasías de agresión de la realidad, y mata. Busca abolir la historia e ingresar en el tiempo cíclico del mito. Para los otros poetas Wieder es un asesino sin justificación. Está fuera de la ley y cualquiera puede matarlo. Lo perseguirán hasta darle el castigo merecido y hacer que la historia y la justicia humana triunfen, desterrando a los falsos dioses.
            Bolaño no asimila la historia del mundo latinoamericano a la del europeo. Después de haber crecido en Chile y vivido durante su primera juventud en México, se radica en España, en el área de Barcelona, donde reside durante más de veinte años. Experimenta las condiciones de vida y la idiosincrasia de los dos continentes. Puede comparar sus historias y sabe que son distintas. Los regímenes de derecha latinoamericanos, como el de Pinochet en Chile, fueron regímenes impopulares. No contaron con el apoyo del pueblo. Fueron regímenes de fuerza pero tuvieron, paradójicamente, limitada fuerza y legitimidad política. El pinochetismo no surgió de un movimiento de masas. Fue resultado del acuerdo político entre la oligarquía chilena, la iglesia y el ejército para destruir un régimen socialista, con el apoyo de Estados Unidos. El pueblo repudió el golpe. Muy distinta fue la situación del nazismo y el fascismo en Europa, antes de la guerra y durante la misma. Estos sí fueron regímenes populares, que recibieron apoyo de las masas, y tuvieron una ideología racista que no existió en los golpes de estado de derecha de Latinoamérica. Mientras los ejércitos nazis lucharon contra ejércitos de otros países en una contienda internacional, los ejércitos nacionales latinoamericanos actuaron como fuerzas de choque al servicio del imperialismo, y lucharon contra su propio pueblo.
            Los poetas revolucionarios de Estrella distante son parte de la historia trágica de América, aunque no la comprendan bien. Stein se hace guerrillero, pero el resto no sabe cómo luchar. Wieder no interpreta bien la situación política: quiere ser un poeta-héroe, pero el ejército mismo lo rechaza. El narrador y sus amigos recuperarán el sentido ético de la rebelión gracias a la literatura. La literatura para ellos es el último baluarte de defensa de sus valores vulnerados. Belano, contando la historia de Estrella distante, está dando testimonio de una generación perdida. Wieder, por su parte, continúa con su búsqueda poética en el exilio: milita en el grupo de Poetas Bárbaros en Francia, como un último intento de unir estética y fascismo. Cuando el detective Romero va a Barcelona a matar a Wieder, veinte años después de los episodios del golpe en Chile, Wieder había fracasado y estaba espiritualmente muerto, como lo indica Belano (Estrella distante 154-5).
            Los héroes poetas de Bolaño son personajes excéntricos, exaltados. Oscilan entre el bien y el mal, pasan de lo sublime a la autodestrucción. Viven al borde del abismo, porque así concibe Bolaño la literatura. Es un lugar peligroso donde el escritor se juega el todo por el todo.[7] Para Bolaño la novela no es un género burgués. La novela que él concibe toma como modelo la poesía. Su novelística es una reflexión sobre el lugar del poeta y la poesía en el mundo contemporáneo. El poeta es un personaje que escapa de la realidad cotidiana, no puede vivir en ella, la niega. Es un personaje dionisíaco. El poeta como personaje lleva al género novelístico a un extremo: es un personaje antiburgués, que lucha contra la normalidad burguesa. El interés económico no lo mueve, ni se preocupa por los valores de la familia. Tampoco la patria es un argumento esencial para el poeta, pero sí el heroísmo. El poeta busca el heroísmo y vive al límite, al borde del sacrificio supremo, que es dar la vida por una causa. La preocupación fundamental de Bolaño es la literatura y la poesía. Para él la literatura ocupa el lugar que tiene para otros la filosofía: es un sistema para pensar el mundo. Bolaño cree en una poesía trascendente y en la literatura como fuente del saber.
            Wieder encarna el personaje dionisíaco mayor de la novela. Es un dios y un monstruo al mismo tiempo. Todos reconocen su superioridad, que demuestra a través de sus actos: es un gran poeta y un gran asesino, un gran rebelde y un gran traidor. Es un dios caído. Al final de la novela muere Wieder. Bibiano y Belano, sus rivales y enemigos, se salvan. Uno ya es un escritor reconocido y el otro un escritor en ciernes. Estrella distante muestra la consagración de Belano, que le ha dictado la novela al autor. Con la ayuda del detective Romero, Belano saca de la historia a su parte funesta: el criminal. Expulsa lo negativo, lo heterogéneo, y reconstruye la unidad del mundo.
            Bolaño trabaja los géneros con entera libertad y sin respetar formas canónicas. Su libro de poemas Los perros románticos es prosaico, y su novelística lucha por romper las formas convencionales o realistas del narrar. Inventa dispositivos formales para escapar de las constricciones a que la narrativa somete a la invención poética. Esta búsqueda formal, ya manifiesta en Estrella distante, alcanza su plenitud en sus novelas siguientes, Los detectives salvajes y 2666.  
            Bolaño es un escritor anticanónico, un inventor que propone su propio tipo de literatura. Trata a los géneros populares, como el policial y el fantástico, como elementos secundarios y ancilares dentro de su obra. Considerar que su narrativa es policial o fantástica sería reducir su proyecto literario, que existe, a una noción limitada y mecánica, determinista (de Rosso 136).[8] Bolaño busca en la literatura, sobre todo en la poesía, la trascendencia, o sea, la salvación. Su novela no es práctica y materialista. Le interesa el ser, el devenir, el universo. Esos son sus problemas.
            Para él la poesía es el primer género y el último género posible. Su ideal no fue la poesía lírica, en que la voz poética es única, monológica, y el poeta habla como si fuera una divinidad. Wieder es un ejemplo de poeta lírico. El poeta lírico busca lo absoluto y por eso Bolaño lo caracteriza como fascista. Bolaño prefirió la antipoesía de Parra. En la antipoesía el poeta se rebela contra la lírica, escribe poesía prosaica, en lenguaje común. Rompe el monólogo y emplea el diálogo dramático. Introduce al otro. El antipoeta se rebela contra el poeta lírico. Pierden esta dimensión literaria aquellos críticos que ven su novela exclusivamente como obra de tema histórico y crítica política, antidictatorial, comprometida (Carreras Rabasco 160-70 y Ramírez Alvarez 38-39). Bolaño no fue un escritor comprometido, como lo fueron los escritores marxistas de los años sesenta, como Neruda y Fuentes. Si bien a Bolaño le preocupó la dimensión ética en sus novelas, su búsqueda iba más allá. El mal para Bolaño tiene su lugar dentro de la literatura, en un universo literario. Bolaño ha heredado el espíritu herético del surrealismo, la revolución debe ser permanente, el cambio continuo.
            En sus novelas el mundo de la realidad tiene una relación fluida con los sueños. No hay frontera que separe la realidad del sueño. Sus personajes se desplazan entre ambos. El personaje de Estrella distante que mejor representa este pasaje es el artista sin brazos Lorenzo/Petra, que consume su vida llevado por un impulso irrefrenable que lo arrastra, simultáneamente, a la creación y a la autodestrucción. Sus personajes son vitales, están sobredimensionados, son poetas. Quieren más de lo que pueden lograr, no se conforman con lo que les da la vida. Están permanentemente insatisfechos. Aspiran a la totalidad, que es inconquistable. Al final de las novelas siempre queda una sensación de derrota.
            Para Bolaño, como para Borges, la literatura es un sistema autónomo con reglas propias y se alimenta de su historia. El escritor, para crear, parte de la literatura, y no de la realidad. Borges, que era un pensador escéptico cuando se trataba de discutir problemas filosóficos, idealizaba la literatura. Sin negar la existencia de valores, creía que el mundo era incognoscible. No sabemos, según él, si lo que creemos conocer es la verdad. Los valores eran importantes desde una perspectiva antropológica, como creación humana, y reflejaban la ética de cada época.
            Bolaño no discutió las grandes cuestiones metafísicas como Borges. No fue un pensador filosófico, fue un pensador literario: la literatura era la base de su reflexión. Creía en la literatura como saber y fundamento epistemológico de nuestra cultura. La consideraba una de las grandes problemáticas del ser humano. Era necesario reflexionar, pensar el mundo desde la literatura, espejo del hombre, que se proyecta en ella, deformado y transformado. Mediante la literatura el escritor puede acercarse a la idea de salvación y concebir la trascendencia.
            Bolaño no crea sus personajes con criterio sicológico, y éstos no se dejan psicoanalizar fácilmente. Transitan del mundo consciente al subconsciente onírico como un espacio sin fisuras. La historia tiene en el mundo onírico su contrapartida (Aguilar 151). El poeta se alimenta de los dos. Sueño e historia forman su realidad. El sujeto no puede vivir dentro de la historia solamente, porque en su mundo psíquico sus experiencias se mezclan con sus sensaciones y sus sueños. La poesía prevalece sobre la historia, y es el valor máximo. Aquí se separan la historia americana de la europea: después de la tragedia del nazismo y la Segunda Guerra Mundial la historia europea cae en el nihilismo, la destrucción y negación de los valores (Camus 307-314). La historia Latinoamericana no. Las guerras civiles, las tiranías genocidas, la explotación neocolonial no lograron destruir el sistema de valores en América Latina. Su pueblo siempre creyó en sus luchas y utopías, en una salvación propia y en un destino único. Pinochet pudo desmoralizar al pueblo chileno, pero no lo destruyó. Este no siguió al dictador, como el pueblo alemán siguió a Hitler. Las dictaduras latinoamericanas fueron dictaduras contra las clases proletarias, y no contra poderes extranjeros. El pueblo nunca se identificó con los valores de las dictaduras, ni de las instituciones que las secundaron, como la jerarquía eclesiástica.
            Estrella distante termina de manera optimista. Castigan al poeta asesino y triunfan los otros escritores: Bibiano O’Ryan y Arturo Belano. Se salva la literatura. La poesía, demuestra Bolaño, no es una experiencia agotable. Contiene un substrato mítico en constante transformación y metamorfosis. Su don es circular. Dentro de ese universo literario la poesía ocupa el lugar de la divinidad.




                                                            Bibliografía citada

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              Roberto Bolaño: la escritura como tauromaquia… 145-51.
Arendt, Hanna. Eichmann en Jerusalem. Un estudio acerca de la banalidad del mal. Barcelona:
            Editorial Lumen, 1999. Traducción de Carlos Ribalta.
Bataille, Georges. «La estructure psychologique du fascisme ». Hermes 5-6 (1989)  137-160.
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Bolaño, Roberto. Estrella distante. Barcelona: Editorial Anagrama, 1996.
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Bolognese, Chiara. “Roberto Bolaño y Raúl Zurita: referencias cruzadas.” Anales de Literatura
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Camus, Albert. L’homme révolté. Paris : Editions Gallimard/Folio, 2012.
Carreras Rabasco, Adrián. “Roberto Bolaño, la memoria antiheroica del exilio chileno.” América
            sin nombre No. 16 (2011): 160-170.
De Rosso, Ezequiel. “Una lectura conjetural. Roberto Bolaño y el relato policial”. C. Manzoni,
            Ed. Roberto Bolaño: la escritura como tauromaquia…133-43.
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             distante de Roberto Bolaño”. Bolaño salvaje…211-36.
Manzoni, Celina, Editora.  Roberto Bolaño: la escritura como tauromaquia. Buenos Aires:
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Paz Soldán, Edmundo y Gustavo Faverón Patriau, Editores. Bolaño salvaje. Barcelona: 
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Ramírez Alvarez, Carolina. “Trauma, momoria y olvido en un espacio ficcional. Una 
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            Estrella Distante”. Revista Hispánica Moderna Volumen 63, Número 2 
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Streeter, Sthephen. “Destabilizing Chile: The United States and the Overthrow of Allende”.
            LASA 2004. 20 pages. www.humanities.mcmaster.ca/streeter/pdf






[1]  Camus vivió en Francia durante la Segunda Guerra mundial durante la ocupación nazi. Hitler, consideraba, había creado una religión colectiva que generó una ira desmesurada en sus seguidores. Era un tipo de revolución nihilista que se volvió contra ellos, y los llevó a la destrucción y al suicidio (Camus 236).
[2]  Dice Camus :  « Une analyse détaillée des romans les plus célèbres montrerait, dans des perspectives chaque fois différentes, que l'essence du roman est dans cette correction perpétuelle, toujours dirigée dans le même sens, que l'artiste effectue sur son expérience. Loin d'être morale ou purement formelle, cette correction vise d'abord à l'unité et traduit par là un besoin métaphysique (275) » .
[3]  Bataille consideraba que la sociedad homogénea seguía el deber ser, mientras que la heterogénea sólo era para sí, y quien le imponía el deber ser social era el estado autoritario. El modelo de acción de los grupos heterogéneos era el ejército, que se unía bajo el mando de un jefe con el que mantenía una relación afectiva. El objetivo del ejército era la acción violenta. El jefe daba identidad y coherencia a los elementos heterogéneos y humillados de su grupo. La religión también servía para el mismo efecto: unificaba en la práctica los elementos sociales diversos. Bataille consideraba que en el poder fascista los elementos religiosos y militares eran inseparables (Bataille 154).
[4]  Para Bolaño el nazismo es una condición que excede su marco histórico de origen en Alemania y se extiende en el tiempo, reapareciendo en otros eventos históricos, como el golpe de estado de Chile. Es una especie de enfermedad política subyacente, caracterizada por el autoritarismo y la violencia, la voluntad de poder unida a un estado de gran creatividad. El nazi de Estrella distante que concibe Bolaño no es vulgar y tonto, o superficial, como, según cuenta Arendt, en su libro Eichmann en Jerusalem, fue Eichmann, sino artístico y creativo, aunque mentalmente desquiciado (18-26).
[5] El planteo de Bolaño nos recuerda el que hace Borges en su cuento “Los teólogos” de El Aleph. Borges había imaginado dos teólogos escritores que se envidiaban y odiaban, y se acusaban mutuamente de escribir artículos heréticos, hasta que uno logró, mediante sus intrigas, que la Inquisición condenara al otro a la hoguera. En su final Borges especula que el teólogo que sobrevivió descubrió antes de morir que él y su enemigo eran parte de una misma identidad. Víctima y victimario se confunden, uno estaba tratando de destruir en el otro una parte de sí que odiaba.
[6] De los grandes temas filosóficos que preocupan históricamente a nuestra literatura hispanoamericana, Bolaño trató sobre todo el de la identidad y la subjetividad, y el problema de dios (la divinidad). No aparece en su obra el problema del tiempo. Recordemos, sin embargo, que su narrativa quedó inconclusa, murió relativamente joven, a los 50 años. Quiero creer que esta gran problemática contemporánea hubiera aparecido en sus próximos libros de haber vivido unos años más, siguiendo los pasos de su gran maestro, Borges. Bolaño era, literariamente hablando, un temerario, buscaba la obra absoluta y no quería dejar ningún tema importante sin tratar.
[7] Dice Bolaño en su “Discurso de Caracas”: “¿Entonces qué es una escritura de calidad? Pues lo que siempre ha sido: saber meter la cabeza en lo oscuro, saber saltar al vacío, saber que la literatura básicamente es un oficio peligroso. Correr por el borde del precipicio: a un lado el abismo sin fondo y al otro lado las caras de los que uno quiere…” (Entre paréntesis 36).
[8]  Aquellos que intentan identificar a Bolaño con un canon y consideran, por ejemplo, que Estrella distante es una novela policial que busca “subvertir” el género policial, como afirma una crítica, reducen su novelística a una fórmula y a una forma que no puede abarcarla (Paz Olivier 35-51).


                 Publicación: Alberto Julián Pérez, 
                “Estrella distante: poesía e historia”. 
                Hipertexto 19 (Invierno 2014): 18-28.

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